Con el ánimo de abrir un espacio de reflexión sobre este tema propongo una serie de puntos que podríamos analizar comentar, completar….
1. Que el sistema educativo, en general, y el trabajo de los docentes en particular, puede y debe ser evaluado.
2. Que dada la complejidad de la labor docente los criterios de evaluación deben ser propuestos y consensuados por todos los intervinientes en el hecho educativo.
3. Que la evaluación de la labor del profesorado debe ser un proceso largo y participativo.
4. Que esta calificación podría tener consecuencias económicas siempre que sean justas.